viernes, 23 de mayo de 2025

Los anillos de Saturno

 




Saturno es, sin duda, uno de los planetas más impresionantes del cielo nocturno. Su inconfundible sistema de anillos lo convierte en el favorito de muchos astrónomos, tanto profesionales como aficionados. En esta entrada quiero compartir una experiencia personal: mi seguimiento visual y fotográfico de Saturno desde un cielo urbano, utilizando un telescopio newtoniano de 200 mm de abertura. A pesar de las limitaciones de la observación en ciudad, los resultados han sido sorprendentes.

Las imágenes de Saturno que he capturado en 2019, 2021, 2023 y 2024 muestran la progresiva variación del ángulo de sus anillos, resultado de la inclinación del planeta respecto a la Tierra. A lo largo de los años, esta inclinación ofrece distintas perspectivas visuales del sistema de anillos, desde una vista abierta hasta una casi de perfil. Un momento especialmente interesante ocurrió el 23 de marzo de 2025, cuando los anillos se alinearon casi perfectamente con nuestra línea de visión, volviéndose prácticamente invisibles. Este fenómeno, conocido como cruzamiento del plano de los anillos, es poco frecuente y muy esperado por astrónomos. No obstante, Saturno se encontraba muy cerca del Sol y bajo en el horizonte, lo que impidió capturar imágenes del evento. A pesar de ello, esta serie fotográfica refleja claramente los cambios visuales en el planeta y su asombrosa dinámica orbital.

Saturno es el sexto planeta del Sistema Solar y el segundo más grande, sólo superado por Júpiter. Se trata de un gigante gaseoso compuesto principalmente de hidrógeno y helio, rodeado por un sistema de anillos espectacular formado por miles de millones de fragmentos de hielo y roca.

Estos anillos, aunque parecen sólidos a simple vista, están organizados en estructuras complejas separadas por divisiones, como la famosa División de Cassini. Además, Saturno cuenta con más de 140 lunas, siendo Titán la más grande e intrigante de todas.

Mis fotografías de Saturno comenzaron en 2019 y se han extendido hasta 2024. Todas las imágenes que he capturado fueron tomadas desde cielo urbano con un telescopio reflector newtoniano de 200 mm. Aunque las luces de la ciudad y la turbulencia atmosférica representan un desafío, con paciencia y técnica es posible obtener resultados de gran calidad.

Cada año, he ido documentando la variación en la inclinación de los anillos de Saturno. Esta inclinación cambia debido a la posición relativa entre la Tierra y el planeta a lo largo de sus órbitas. Gracias a estas variaciones, podemos ver los anillos desde distintos ángulos: a veces abiertos como un abanico, otras veces casi de perfil.

 

El cruce de los anillos: un fenómeno poco frecuente

Uno de los momentos más esperados de esta serie ocurrió el 23 de marzo de 2025, cuando los anillos de Saturno se alinearon casi perfectamente con nuestra línea de visión desde la Tierra. Este evento, conocido como el cruzamiento del plano de los anillos, sucede aproximadamente cada 15 años y representa una oportunidad única para los astrónomos.

Durante el cruce, los anillos parecen desaparecer, al presentarse de canto y reflejar muy poca luz hacia nosotros. Desafortunadamente, en esa fecha Saturno se encontraba demasiado cerca del Sol y muy bajo en el horizonte, lo que imposibilitó capturar imágenes del fenómeno desde mi ubicación.

Aun así, las fotografías anteriores muestran claramente cómo los anillos se van cerrando año tras año, en una danza cósmica que pone de manifiesto la mecánica celeste del Sistema Solar.

 

Conclusión y reflexión:

La ciudad no es un obstáculo

Esta serie fotográfica de Saturno no solo ha sido un proyecto técnico, sino también una experiencia profundamente inspiradora. Ha demostrado que, incluso desde cielos urbanos, es posible hacer astronomía de calidad, aprender sobre nuestro entorno planetario y maravillarse con su belleza.

Con un equipo modesto, paciencia y algo de perseverancia, cualquier persona puede sumarse a esta aventura. Saturno seguirá su curso, sus anillos continuarán cambiando, y el cielo nocturno siempre ofrecerá nuevas oportunidades para mirar hacia arriba.


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jueves, 15 de mayo de 2025

Actividad solar del 3 de mayo del 2025

 GRAN MANCHA SOLAR VISIBLE A SIMPLE VISTA




Imagen: Apilado de 60% de un video de 4500 fotogramas.

Detalle de la región 4079:  Apilado del 40% de un video de 4000 fotogramas con barlow 3x.

Telescopio:  Evostar 72ed + filtro solar lámina baader.

Cámara:  ASI 290mc.

Accesorios: Barlow 3x + reductor 0.5 + filtro solar continuum + extensor 5cm, extensor 12 cm + .

Montura:  Neq6 Pro.

Software de captura: FireCapture.

Software de apilado: Autostakkert.

Procesado:  Registax 6  y  PixInsight.

Durante estos días de mayo de 2025, el Sol nos ha ofrecido un espectáculo impresionante: una de las manchas solares más grandes observadas en los últimos años ha aparecido en su superficie. Esta mancha, catalogada como región activa 4079, es tan enorme que puede verse a simple vista, siempre utilizando gafas con filtro solar homologado para garantizar la seguridad ocular. Con un tamaño aproximado de 140,000 kilómetros, esta mancha es unas 10 veces más grande que la Tierra, lo que la convierte en un fenómeno de escala colosal. En la imagen publicada, se puede apreciar en la parte central la imponente mancha 4079, mientras que en la parte superior derecha se observa otra mancha más pequeña, denominada región activa 4076, que también contribuye a la actividad solar actual.

¿Qué son las manchas solares y cómo se forman?

Las manchas solares son regiones temporales en la fotosfera solar, la capa visible del Sol, que aparecen más oscuras debido a temperaturas más bajas (alrededor de 3,500-4,500 °C) en comparación con las áreas circundantes (que alcanzan unos 5,500 °C). Esta diferencia de temperatura se debe a una intensa actividad magnética. Las manchas solares se forman cuando líneas de campo magnético muy concentradas emergen desde el interior del Sol hacia la superficie, inhibiendo el flujo normal de calor por convección. Este proceso crea áreas más frías y menos luminosas que contrastan con el resto de la fotosfera.

Estas regiones suelen aparecer en pares o grupos, con polaridades magnéticas opuestas, y son el resultado de la dinámica del campo magnético solar, que está en constante cambio debido a la rotación diferencial del Sol (el ecuador gira más rápido que los polos). Las manchas solares, como las regiones 4079 y 4076, son el punto de partida de fenómenos solares explosivos, como llamaradas solares (emisiones súbitas de radiación) y eyecciones de masa coronal (expulsiones de plasma y partículas cargadas), que pueden impactar la magnetosfera terrestre.

Ciclos solares: el ritmo del Sol

La actividad de las manchas solares no es constante, sino que sigue un patrón conocido como ciclo solar, con una duración promedio de 11 años. Durante este ciclo, el número de manchas solares aumenta hasta un máximo solar, cuando la actividad magnética es más intensa, y luego disminuye hasta un mínimo solar, con pocas o ninguna mancha visible. Este fenómeno está impulsado por la reorganización del campo magnético global del Sol, que se invierte al final de cada ciclo, completando un ciclo magnético completo cada 22 años.

Actualmente, en mayo de 2025, nos encontramos cerca del máximo del ciclo solar 25, lo que explica la aparición de manchas solares tan significativas como las regiones activas 4079 y 4076. Durante el máximo solar, la probabilidad de eventos como tormentas geomagnéticas y auroras boreales aumenta debido a la mayor frecuencia de erupciones solares.

La magnitud de la región activa 4079 y la presencia de 4076

El tamaño de la mancha solar 4079 es verdaderamente extraordinario. Con sus 140,000 kilómetros de diámetro, es comparable a varias veces el tamaño de la Tierra (que tiene un diámetro de unos 12,742 kilómetros). En la imagen publicada, esta mancha domina el centro de la fotosfera solar, destacando por su gran extensión y complejidad magnética. Por otro lado, la región activa 4076, visible en la parte superior derecha, es significativamente más pequeña, pero sigue siendo relevante por su actividad magnética, que podría contribuir a fenómenos solares adicionales. En algunas imágenes divulgativas, se ha superpuesto la silueta de la Tierra junto a la mancha 4079 para ilustrar su escala descomunal, mostrando que podría contener múltiples Tierras en su superficie. Este tipo de formaciones no solo son visualmente impactantes, sino que también tienen implicaciones importantes para el clima espacial y la seguridad tecnológica en la Tierra.

Impactos y fenómenos asociados

La intensa actividad magnética de las regiones 4079 y 4076 puede desencadenar llamaradas solares y eyecciones de masa coronal, que liberan enormes cantidades de partículas cargadas al espacio. Si estas eyecciones impactan directamente contra la Tierra, pueden provocar tormentas geomagnéticas, que afectan los sistemas de comunicación, las redes eléctricas y los satélites en órbita. Además, estas tormentas pueden generar auroras boreales visibles en latitudes más bajas de lo habitual, ofreciendo un espectáculo celestial para los observadores.

Precauciones para la observación

Observar el Sol es una práctica apasionante, pero extremadamente peligrosa si no se realiza correctamente. La exposición directa a la luz solar, incluso durante unos segundos, puede causar daños oculares irreversibles, incluyendo ceguera permanente. Por ello, es imprescindible utilizar gafas con filtros solares certificados o telescopios equipados con filtros solares adecuados, tanto para la observación directa como para la fotografía astronómica. Nunca debe usarse un telescopio o binoculares sin filtros especializados, ya que concentran la luz solar y aumentan el riesgo de lesiones.

Un fenómeno bajo vigilancia

Las manchas solares 4079 y 4076 han captado la atención de astrónomos aficionados y profesionales, quienes las monitorean continuamente para analizar la evolución de su actividad y evaluar posibles impactos en la Tierra. La imagen publicada, con la gran mancha 4079 en el centro y la menor 4076 en la parte superior derecha, es un testimonio visual de la dinámica del Sol en este momento del ciclo solar 25. Este evento es un recordatorio del carácter dinámico y poderoso de nuestro astro rey, cuya actividad no solo moldea el clima espacial, sino que también nos ofrece una ventana para comprender mejor los procesos que rigen las estrellas. Mientras el ciclo solar 25 avanza, es probable que sigamos presenciando fenómenos solares de gran magnitud, invitándonos a maravillarnos con la complejidad del universo.

 

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