viernes, 31 de octubre de 2025

COMETA LEMMON C/2025 A6

 


Nombre:  C/2025 A6  - LEMMON -

Lights:  15 fotografías ( RAW ) de 120 segundos cada una a ISO 1600.

Darks:  20    Bias:  20        Flats: 20        Temperatura:    +20 º.

Montura:  NEQ6 PRO II

Telescopio: SW Evostar 72ED

Cámara:  Canon EOS 600D

Cámara guiado:  Sin guiado.

Programa de apilado y procesado: PixInsight.

Luna: Fase de luna nueva

Seeing:  El cielo estaba despejado, aparentemente Bueno.

 


 

El cometa C/2025 A6 (Lemmon): un visitante de hielo bajo la Corona Boreal

El cometa C/2025 A6 (Lemmon) ha sido uno de los protagonistas del cielo de este mes de octubre. Se trata de un cometa no periódico descubierto en enero de 2025 por el observatorio Mount Lemmon, en Arizona (EE. UU.), que dio nombre al objeto.

Este visitante proviene de las regiones más lejanas del Sistema Solar, probablemente de la Nube de Oort, y sigue una órbita elíptica de largo periodo que lo traerá de nuevo cerca del Sol dentro de unos 1.400 años. Es decir, si todo sigue su curso, volverá a ser visible desde la Tierra hacia el año 3400.

 

Una noche bajo la Corona Boreal

Aprovechando un par de noches con buenas condiciones atmosféricas y coincidiendo con la fase de luna llena, decidí intentar inmortalizar este espectacular cometa con una sesión de astrofotografía.

La realicé el 23 de octubre desde la azotea de mi casa. Utilicé una montura NEQ6, una cámara Canon 600D y un objetivo Sigma a 200 mm de focal. Aquella noche, el cometa se encontraba justo debajo de la constelación de la Corona Boreal, en una posición muy favorable para su observación durante las primeras horas de la noche.

Con este equipo tomé unas 20 fotografías. Después monté el telescopio Evostar 72ED, con el que realicé 15 exposiciones de 120 segundos a ISO 1600.

 

Un cometa difícil pero hermoso

El cometa se encontraba muy bajo sobre el horizonte, y aunque su brillo aumentó notablemente —llegando a ser visible a simple vista desde zonas oscuras—, la contaminación lumínica de la ciudad dificultó obtener imágenes con buena señal.

Aun así, en las fotografías se distingue claramente la coma, esa envoltura gaseosa que rodea el núcleo helado, y sus dos colas: una iónica, estrecha y alargada formada por gases ionizados que el viento solar empuja directamente, y otra de polvo, más corta y ancha, compuesta por diminutas partículas sólidas que reflejan la luz del Sol.

 

Segunda sesión con la Sociedad Astronómica de Lleida

El 26 de octubre nos reunimos varios miembros de la Sociedad Astronómica de Lleida a unos cinco kilómetros de la ciudad para volver a fotografiarlo. En esa ocasión no llevé el telescopio, sino una cámara réflex con un objetivo Sigma de 300 mm y un trípode fotográfico.

Al no disponer de montura ecuatorial, tuve que limitar las exposiciones a 5 segundos para evitar el movimiento de las estrellas. A pesar de ello, las imágenes ya mostraban pequeñas trazas debidas a la rotación terrestre.

El vídeo que he publicado está compuesto por unas 40 fotografías consecutivas, tomadas durante unos tres minutos. En él se aprecia perfectamente el desplazamiento del cometa y la cantidad de satélites artificiales que cruzan el campo, un fenómeno cada vez más común que dificulta la astrofotografía de larga exposición.

 

Un mensajero del origen del Sistema Solar

El C/2025 A6 (Lemmon) está compuesto por una mezcla de hielos de agua, dióxido de carbono, metano, amoníaco y polvo: materiales que conservan la huella de los primeros tiempos del Sistema Solar.

Cuando se acerca al Sol, el calor provoca que estos hielos se sublimen, liberando gas y polvo que forman su característica coma y sus colas. Su órbita, inclinada unos 70 grados respecto al plano de la eclíptica, lo convierte en un visitante infrecuente, pero no único. Si nada cambia, volverá a visitarnos dentro de unos catorce siglos.

 

Reflexión final

Observar y fotografiar un cometa como el Lemmon siempre es una experiencia especial. Durante unos pocos días, un fragmento helado procedente de los confines del Sistema Solar se convierte en protagonista de nuestras noches, recordándonos la belleza efímera y cambiante del cosmos.

Cada cometa nos invita a mirar hacia arriba, con paciencia, curiosidad y asombro, conscientes de que estamos siendo testigos de un fenómeno que no se repetirá en muchas generaciones.


Gracias por visitar mi blog.


            Saludos y..........


                                ¡¡¡¡ BUENOS CIELOS !!!!


martes, 7 de octubre de 2025

CRÁTER TYCHO

 

Nombre: Cráter Tycho
Fotografía: Apilado del 30% de los mejores fotogramas de un video de 2500 fotogramas.
Cámara: ZWO ASI 290MC + filtro UV/CUT + Barlow 3x
Telescopio: SW Newton 200/1000 F5
Montura: NEQ6 Pro
Software de captura: FireCapture
Software de apilado: AutoStakkert
Procesado con: Registax 6 y PixInsight
Seeing: No muy bueno, con bastantes turbulencias
Lugar: Lleida, ciudad
Edad lunar: 9d 12h



Hacía tiempo que no le dedicaba una sesión de astrofotografía a nuestro querido satélite —lo tenía un poco abandonado por la fotografía de cielo profundo—, así que aprovecho esta publicación para compartir una sesión de astrofotografía lunar, viajando a 300.000 kilómetros de distancia para observar algunos de sus principales cráteres, concretamente el cráter Tycho.

La sesión tuvo lugar la noche del 8 de febrero, con una Luna creciente de 9 días y 12 horas y una superficie iluminada del 78%. El cielo no estaba completamente despejado: había nubes que, de vez en cuando, cubrían la Luna, además de bastantes turbulencias atmosféricas, más evidentes al realizar capturas con la Barlow 3x. A pesar de ello, continué con la sesión fotográfica.

Alrededor de las 21:30 saqué la montura a la terraza y la puse en estación siguiendo los pasos 2 y 3 ya publicados en el blog. Después dirigí el telescopio hacia el satélite y, una vez centrado, coloqué un ocular de 40 mm. Realicé una primera observación visual de la Luna a 25 aumentos y luego inspeccioné su superficie con el ocular de 10 mm y un filtro lunar polarizado. En visual, el juego de luces y sombras del terminador se veía espectacular.

Tras esta primera inspección coloqué la cámara ASI 290MC y realicé ocho teselas a foco primario de distintas zonas de la superficie lunar, con el objetivo de unirlas y crear un mosaico completo de la Luna. Una vez hechas las teselas, coloqué la Barlow 3x en la cámara y realicé varias capturas de diferentes cráteres, como Clavius, Copérnico, Eratóstenes, Platón y Tycho.

La imagen del cráter Tycho que publico en esta entrada corresponde a uno de los videos que proporcionó mejores resultados tras el apilado. Se trata de un video de unos 2500 fotogramas.


Datos técnicos del cráter Tycho:

El cráter Tycho es una de las formaciones más notables de la superficie lunar, situado en el hemisferio sur, a unos 43,3° de latitud sur y 11,2° de longitud oeste. Tiene un diámetro de aproximadamente 85 kilómetros y una profundidad cercana a los 4,8 kilómetros, lo que lo clasifica como un cráter de tipo complejo. Presenta un sistema de terrazas internas, un fondo plano y un pico central que se eleva más de 2 kilómetros sobre el suelo del cráter, formado por el rebote del material tras el impacto del meteorito.

Uno de los rasgos más característicos de Tycho son sus rayos visibles, que se extienden por miles de kilómetros desde el punto de impacto. Estos rayos están formados por material eyectado —principalmente polvo fino y fragmentos de roca— que fue lanzado a gran distancia durante la colisión. Debido a su composición rica en regolito fresco y altamente reflectante, estos rayos reflejan con intensidad la luz solar, haciéndolos visibles incluso desde la Tierra con un telescopio o a simple vista en noches de Luna llena.

Los estudios científicos indican que Tycho es un cráter geológicamente joven, con una edad aproximada de 110 millones de años, correspondiente al período Copernicano. Gracias a su morfología bien conservada y a su sistema de rayos tan extenso, Tycho se considera un laboratorio natural para estudiar los procesos de impacto y la evolución geológica de la superficie lunar.

  

Gracias por visitar mi blog.



Saludos y...


¡¡¡BUENOS CIELOS!!!

domingo, 5 de octubre de 2025

Arp 273: Una rosa en el universo.

 




Nombre:   ARP 273  Galaxias interactuando.

Lights:  38 x 300 segundos -  ISO 1600.

Cámara:  Canon 600D modificada ( sin refrigerar ) + filtro anticontaminación lumínica L-enhance.

Tomas de calibración:  Darks,  Bias  y  Flats.

Telescopio:  Newton SW 200/1000 F5.

Montura: Neq6 PRO.

Programa de captura: NINA.

Programa de guiado:  PHD2.

Apilado y procesado: PixInsight.

Lugar y fecha:  Lleida ciudad, Setiembre del 2025.


Galaxia Arp 273: una danza cósmica a 300 millones de años luz

Hoy quiero compartir con vosotros una de las sesiones de astrofotografía más especiales que he realizado: la galaxia Arp 273, un impresionante sistema de galaxias en interacción gravitatoria situado a unos 300 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Andrómeda. Este objeto forma parte del Catálogo de Galaxias Peculiares de Halton Arp, una recopilación de sistemas galácticos con morfologías inusuales que muestran los efectos de las fuerzas de las galaxias en acción.

El sistema Arp 273 está formado por dos galaxias espirales en interacción gravitatoria: UGC 1810 y UGC 1813. La primera, UGC 1810, es la más grande y luminosa del dúo; presenta un disco espiral distorsionado con un anillo exterior elevado que parece florecer hacia el vacío cósmico, fruto de la influencia gravitacional de su compañera. Justo debajo se encuentra UGC 1813, una galaxia más pequeña que parece estar atravesando el disco de la mayor, generando ondas de densidad y olas de marea galáctica que deforman sus brazos espirales. La interacción entre ambas provoca intensos procesos de formación estelar, especialmente visibles en las regiones azuladas de la imagen, donde miles de nuevas estrellas nacen del gas comprimido por las fuerzas de marea. En conjunto, estas dos galaxias conforman una imagen hipnótica que recuerda a una gigantesca rosa cósmica, cuyos pétalos son los brazos espirales retorcidos por la gravedad. Esta “flor del universo” es un magnífico ejemplo de cómo las fuerzas cósmicas pueden esculpir estructuras de una belleza tan sobrecogedora como efímera.

La fotografía fue realizada con mi telescopio Newton 200/1000 a foco primario, acoplado a una Canon Reflex 600D modificada para captar mejor la emisión del hidrógeno alfa, y equipada con un filtro anticontaminación lumínica. Antes de comenzar la sesión, puse la montura en estación siguiendo los pasos 2, 3 y 4 explicados en el blog, logrando una alineación polar precisa que permitió mantener un guiado estable durante toda la noche. También capturé las tomas de calibración necesarias (flats, darks y bias), imprescindibles para eliminar defectos ópticos, ruido térmico y gradientes de iluminación.

La sesión la realicé desde la azotea de mi casa en Lleida ciudad, a pesar de la contaminación lumínica del entorno urbano. En total capturé 38 fotografías de 300 segundos cada una, sumando más de tres horas de integración efectiva. El guiado se mantuvo en torno a un error medio de 0,80 segundos de arco, un valor bastante aceptable considerando que el seeing no acompañó demasiado aquella noche. Aun así, el resultado final fue sorprendentemente bueno.

Durante el procesado, combiné las tomas calibradas y apliqué un estirado de histograma suave para preservar el detalle en las zonas más débiles de la imagen. Las galaxias aparecían inicialmente muy pequeñas en el encuadre, por lo que fue necesario ampliar la imagen y trabajar cuidadosamente en el enfoque y reducción de ruido. El resultado revela las delicadas estructuras espirales y los filamentos de materia que conectan a ambas galaxias, testigos de una colisión galáctica en cámara lenta que se prolongará durante millones de años.

Es realmente asombroso pensar que con un telescopio de aficionado de apenas 20 cm de apertura sea posible registrar con tanta claridad los detalles de un sistema galáctico tan lejano. Esto demuestra que con paciencia, técnica y dedicación, la astrofotografía amateur puede alcanzar niveles de detalle impresionantes, incluso desde entornos urbanos.

El sistema Arp 273 no solo nos ofrece una imagen espectacular, sino también una lección sobre la evolución de las galaxias. Estas interacciones son comunes en el universo y, de hecho, se cree que dentro de unos 4.000 millones de años nuestra propia Vía Láctea colisionará con la galaxia de Andrómeda, dando lugar a un espectáculo cósmico similar.

En la constelación de Andrómeda no solo encontramos la famosa M31, visible a simple vista desde cielos oscuros, sino también una gran cantidad de objetos de cielo profundo ocultos, como cúmulos, nebulosas y sistemas galácticos en interacción como este. Cada uno guarda su propia historia escrita en la luz que nos llega tras viajar durante cientos de millones de años.

Esta experiencia me recuerda que el universo está lleno de maravillas invisibles, esperando ser capturadas por quienes saben mirar con curiosidad y paciencia. Solo hace falta apuntar correctamente, seguir los pasos adecuados y dejar que la cámara recoja la tenue luz de las galaxias y nebulosas.


Muestro uno de los 38 lights y la masterlight preparada para procesar.

Light.



Masterlight.



Gracias por visitar mi blog y por acompañarme en este viaje a través de las galaxias. Espero que estas imágenes os inspiren tanto como a mí me emocionó capturarlas. Nos vemos en la próxima sesión, bajo un cielo estrellado que, aunque atenuado por la contaminación lumínica de la ciudad, sigue recordándonos que el universo siempre está ahí, esperando ser contemplado.



 

            Saludos y…..

 


                    ¡¡¡¡  BUENOS CIELOS !!!!